El Premio Nobel es considerado como el más prestigioso del mundo. Entre las personas distinguidas con él no sólo se encuentra hoy nuestro gran Mario Vargas Llosa, sino también los descubridores de los rayos X, la radiactividad y la penicilina. Y los galardonados con el Nobel de Literatura han sorprendido a millones de lectores con obras como El tambor de hojalata y Cien años de soledad. El Premio Nobel de la Paz, por su parte, se orienta a los esfuerzos por crear un mundo más pacífico.
Mario Vargas Llosa es el primer peruano en obtener este premio, por lo que estoy seguro encontraremos decenas de reseñas de su trabajo y artículos acerca del galardón que acaba de obtener, por ese motivo deseo abordar una arista diferente y más acorde a la temática de este blog, lo cual nos llevará a la organización y protocolo de lo que será la semana Nobel en diciembre de este año, en el cual nuestro querido Mario estará entre los invitados de honor
LA SEMANA NOBEL
A comienzos de octubre, las miradas de todo el mundo se dirigen a Suecia y Noruega, pues en esas fechas se dan a conocer los nombres de los galardonados con el Premio Nobel del año. Si bien los ganadores son anunciados durante esos días, la ceremonia central tiene lugar el 10 de diciembre, en conmemoración del día de la muerte de Alfred Nobel. Esa misma semana se llevan a cabo diversas actividades como recepciones, cocktails, banquetes y conferencias de los galardonados, todo ofrecido por las instituciones participantes, la fundación Nobel y la familia real.
Es innegable que a nuestro Mario Vargas Llosa le espera una semana intensa, pero al mismo tiempo esplendorosa, en la capital de Suecia. Cuando las limusinas hagan paso en las puertas de la Casa de Conciertos de Estocolmo donde se entregarán los premios en una ceremonia organizada al milímetro por la Fundación Nobel.
Los cerca de 1500 invitados toman sus sitios y permanecen de pie en espera a la llegada de la familia real, mientras que los laureados andarán con paso majestuoso hacia el escenario adornado con flores, banderas suecas y un busto de Alfred Nobel.
La ceremonia es ensayada un día antes, en ella los galardonados revisan el número de pasos que tienen que retroceder después de estrechar la mano del Rey y de haber recogido la medalla y el diploma, además de los 1.100 millones de euros que le hace entrega la Fundación.
El mismo día se concede el Premio de la Paz en Oslo según el deseo de Alfred Nobel, diferente a la ceremonia de los demás premios que se llevan a cabo en Estocolmo. El cambio de lugares se debe a que cuando Alfred Nobel escribió su testamento acerca de la concesión de los premios, Suecia y Noruega formaban una unión, la cual posteriormente se deshizo en 1905.
Detrás de los premiados se encuentra el llamado monte de los pingüinos. Éste está conformado por los miembros de las academias electoras. El nombre proviene del traje de etiqueta que los laureados internacionales llevan, un frac negro con faldones, el cual es una prenda inusual fuera de los Países Nórdicos.
LA FIESTA Y EL BANQUETE
Concluida la ceremonia de premiación, se cierra el día con una cena en el Ayuntamiento de Estocolmo decorado en su honor con antorchas, luces de velas y centros de flores. Las flores son un obsequio anual de la ciudad italiana San Remo, donde Alfred Nobel murió en 1896.
Cerca de 1300 personas asisten a esta cena y se sientan en sus ubicaciones ya dispuestas. Tanto la distribución de los asientos, como el menú, implican una planificación minuciosa. ¿Qué artistas se deberán contactar? ¿Qué tema tendrá la cena? Se acuden a los mejores cocineros de Suecia y a los mejores sommeliers de Europa, las mesas deben quedar espectaculares.
Cientos de personas trabajan “entre bastidores”, preparando los alimentos. La lista de compras para un banquete Nobel incluyó hace algunos años 2.692 pechugas de paloma, 475 colas de langosta, 100 kilos de papas, 70 litros de salsa agridulce de vinagre de frambuesas, 67 kilos de aguaturmas... entre otras cosas.
La cocina empieza a preparar la comida tres días antes de servirla. En el banquete del año pasado trabajaron 20 chefs y 200 mozos. En el Ayuntamiento se decoraron más de 60 mesas con 7.000 piezas de porcelana, 5.000 copas y 10.000 cubiertos de plata, todo meticulosamente colocado sobre las mesas por personal provisto de guantes blancos.
Como de costumbre, el menú de este año se mantendrá en secreto hasta el 10 de diciembre. Pero se puede esperar que tenga un toque escandinavo, y siempre incluye el “desfile de postres” que completa la cena de tres platos.
Todos los años se invita a unos 200 estudiantes, y uno de ellos es designado maestro de ceremonias por la Federación de Estudiantes Universitarios de Estocolmo, con la aprobación de la Fundación Nobel. El maestro de ceremonias presenta a los oradores y hace que todos los huéspedes se sientan bienvenidos. Como dato curioso, hace algunos años el maestro de ceremonias estaba tan nervioso que se no una, sino dos veces.”La ceremonia Nobel es un evento formal, por ello los estudiantes que trabajan en el banquete como anfitriones se les exige cierta indumentaria. Las chicas llevan un vestido de fiesta negro, zapatos negros, guantes blancos y la tradicional gorra de los bachilleres suecos.
Si bien, muchos darían lo que sea por asistir a este evento ¿Quiénes puedes participar? Sin duda solo un número reducido tiene el derecho natural de su presencia. Cada laureado puede invitar a 16 personas. La Familia Real siempre asiste, además de la usual presencia del primer ministro y otros miembros del gobierno. La familia Nobel siempre está representada. La lista de invitados restantes está representada por los máximos exponentes de la cultura y la ciencia en Suecia y la comunidad internacional.
El esplendor de los Premios Nobel es hoy en día tan importante que muchos están dispuestos a hacer lo que sea por un lugar en la fiesta. Ocurre muy a menudo que los países que en contadas ocasiones obtienen un Premio Nobel, quieren enviar a presidentes y ministros cuando la ocasión aparece (alguien dijo Alan García y Pilar Nores?) La labor de sentar juntas a las personas adecuadas es un dolor de cabeza constante.
Después de la Fiesta Nobel los galardonados están invitados a un desayuno especial, típico del invierno sueco. En la densa oscuridad de la mañana del 13 de diciembre, se les invita a café de la mano de Lucia y su séquito cantor. Toda Suecia celebra el día de Santa Lucia. En esta ocasión, las jóvenes se visten con una túnica blanca y una corona de velas sobre la cabeza. Con esto se da un exótico punto final a la Semana Nobel, el cual ha cambiado para siempre la vida de los laureados.
Basado en "El Nobel: Un complejo acontecimiento" de Cari Simmons y "La semana Nobel: Siete días de Sabiduría y resplandor" de Ingmarie Froman.
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Chevre tu aporte! casi me senti ahi!! jaj,
ResponderEliminarsaludos.
Gracias... espero algún día lo estés!!!
ResponderEliminarta bonito
ResponderEliminarYO, ME SAQUE UNA FOTO CON EL PREMIO NOBEL DE QUIMICA!! CASI ME MUERO (es el hombre que aparece en la ultima foto a la izquierda de la mujer):)
ResponderEliminarNooo, como así en que evento? sorry que recién responda, estoy retomando el blog :d ya postearé mis disculpas :(
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